Nadie podría expresar mejor lo que dijo Valeria Novodvorskaya (1950-2014, disidente soviética, escritora, periodista). Es acertado, preciso y completo y sigue vigente después de todos estos años.
Toda persona decente debería leerlo cada mañana hasta que se ponga fin a esta terrible guerra que osó desatar contra todo el mundo aquel puto miserable.
Estas son sus palabras:
Es un sádico. Un psicópata paranoico con delirios de grandeza e ideas sobrevaloradas.
Un mentiroso patológico.
Su autoestima es inadecuada.
Su inteligencia es baja. Es cobarde y trucho.
Su personalidad se está degradando rápidamente.
Vive en un mundo paralelo, desconectado de la realidad, totalmente fuera de contacto con la realidad.
No la entiende.
Cómo vive la gente, cómo se siente, con qué sueña, por qué sufre... un idiota moral como él no puede ni imaginárselo.
Pero tampoco lo quiere...
Tras haber creado un mundo ficticio y hermético a su alrededor, en el que poco a poco, a lo largo de los años, se ha ido cocinando en el caldero de sus propias mentiras y prejuicios cavernícolas, acabó perdiendo la cordura...
Y no la conciencia no, que no la ha tenido nunca.
Sí, es incapaz de sentir compasión y empatía, pero a la vez él mismo es muy vulnerable y suspicaz...
Es incapaz de amar.
Es muy puntilloso y vengativo. Probablemente todos sus defectos y su deseo de venganza, de causar cuanto más sufrimientos a quien alcance, provienen de su infancia, en la que fue un petizo de los mandados, tratado como un pendejo pusilánime y desdichado...
Es cobarde y trucho.
La eterna cobardía ha dado lugar a una crueldad excesiva, a menudo sin sentido, en sus acciones y a un cinismo desmedido y monstruoso...
Su visión del mundo es la de un microbio maligno desde un tubo de ensayo.
Su pensamiento está a la altura de la escala de su personalidad.
Piensa en términos estrechos, enmoldados en estereotipos, actitudes y consignas.
Sus juicios sobre el mundo y las personas son chapuceros y limitados...
Como cualquier tirano es propenso a la mistificación, significados sacrales, al simbolismo.
Al mismo tiempo, está terriblemente acomplejado, alienado, ensimismado y emocionalmente pobre.
Compensa su inferioridad en todas las esferas de la vida reprimiendo y destruyendo a las personas...
Su sistema de valores está truncado, reducido a una fórmula primitiva de "amigo-enemigo", y es un conjunto de clichés ideológicos:
• Rusia Uber alles, Occidente: enemigos y foráneos;
- el pueblo de Rusia es un ganado potencialmente peligroso al que hay que mantener a raya incitándole periódicamente con la zanahoria del excepcionalismo nacional;
- El poder es el destino de unos pocos elegidos; el sentido del poder está en el poder mismo y en el enriquecimiento personal.
Sin embargo, hace tiempo que esto último, el enriquecimiento personal, ha dejado de desempeñar papel alguno y a primer plano han pasado las ideas maníacas de un imperio hegemónico en la Tierra a cualquier precio y por cualquier medio...
Es una engendro de la era estalinista con la psicología de un celador carcelario y un verdugo de baja ralea.
Gris en todo, sin rostro, mezquino.
Absorbió toda la despreciativa misantropía de la raza de oficina. Carece de principios en absioluto.
No tiene conceptos bien establecidos, más o menos morales, aparte de los de la "zona" penitenciaria...
En su interior esconde a un adolescente maltratado, mientras que por fuera intenta aferrarse a la máscara de hombre brutal, ingenioso y perteneciente a la pandilla.
Su vocabulario es escaso, plagado de dichos vulgares y jerga criminal y policial.
Le importa mucho lo que los demás piensen de él, por lo que es propenso a las poses y al machismo cursi y anecdótico, como todas las personas acomplejadas.
Siempre resulta ridículo y patético...
Se puede ver que es sólo una máscara sobrepuesta y que debajo de ella hay otra, y luego otra, y así hasta el fondo, donde en el lodo borboteante, negro, apestoso y repugnante, agarrando sus temblorosas rodillas, está sentado un enano bilioso y reprimido....
Como político carece de toda capacidad y es trivial porque sólo mira al pasado y tiene miedo a cualquier cambio, que es una amenaza para su poder.
Y lo más importante es que no sabe qué es un cambio, no lo entiende...
En sentido político es estéril porque está obsesionado con su propio poder ilimitado.
Como una estalactita, cuelga solitario en su oscura cueva y se deleita con la humedad, la penumbra y el eco del dolor de los millones de personas a las que ha torturado...
Hay quienes siguen intentando escarbar en su alma para entender algo de lo que hay allí.
Pero no la tiene. Simplemente no está ahí...
Ahí dentro solo hay una gran nada ...
Y cuando la encarnación de la inutilidad absoluta pone sus manos en el poder ilimitado con un botón rojo, se obtiene lo que vemos hoy en día ...
Quería permanecer en los libros de historia, formar parte de la gran épica rusa, ser un maestro del destino, pero quedará como un vulgar criminal de guerra al que se le fue la olla...
Quiere que le tengan miedo, que tiemblen ante él, pero todos le miran con desdén despectivo, esperando que muera cuanto antes.
En el infierno ya están mirando el reloj. ¡Todo está preparado!
